La Solución a los Huaycos y el Extraordinario Coloquio - UNMSM

15:07


Lima.- 8 de Mayo del 2015

La Vanidad nos daña y retrasa como personas y como país.
Andrés Oppenheimer, periodista de investigación argentino, viaja cada cierto tiempo alrededor del mundo para conocer sus realidades y publicar al respecto. Su propósito es sugerir ejemplos de política en Latinoamérica. En su penúltimo libro “Basta de historias: la obsceción latinoamericana con el pasado y las doce claves del futuro” dedica sus líneas a tratar principalmente el tema de la educación. Busca encontrar diferencias educativas entre Finlandia, Singapur, India, China e Israel respecto a Latinoamérica. Los resultados fueron reveladores.

Como sabrán, Singapur fue un país muy pobre, con una población analfabeta grande y que no tenía mayor relevancia a nivel mundial. Hoy, es uno de los países con mayor PBI per capita del mundo y tiene una universidad en el ranking de las mejores 30 universidades, mientras que, en Latinoamérica, la mejor universidad se encuentra en el puesto 150 y es la UNAM de México (datos, 2010). Singapur tiene 5 millones de habitantes, mientras Latinoamérica cuenta con 570 millones. ¿Dónde radica la diferencia? ¿Por qué son exitosos y los latinoamericanos no lo son?

Cuando Oppenheimer estuvo en Singapur, visitó el Instituto de Educación técnica del Este, donde presenció una escena ejemplar del carácter asiático sobre la educación y la innovación en general.

“Cuando llegué al Instituto de Educación Técnica del Este para una visita guiada a cargo de su rector, no estaba solo. Junto conmigo estaba Zheng Junfeng, un periodista de la CCTV, la televisión de China, quien estaba también en Singapur haciendo un reportaje sobre la educación. Pero, tal como me enteré hablando con mi colega durante la visita, a diferencia mía no había venido a Singapur a indagar sobre las excelentes universidades de este país, ni sobre el primer puesto de sus escuelas primarias en los exámenes internacionales de ciencias. China tiene Universidades que están entre las mejores del mundo, y también le va bastante bien en los exámenes de ciencias. Lo que no tiene, me dijo, es una red de escuelas vocacionales donde puedan ir aquellos que no logran entrar en la universidad. En eso, China podría aprender de Singapur…” (Oppenheimer, 2010)

Esta actitud de los chinos nos muestra una forma de ser permanentemente autocrítica. Si en Asia un país ha crecido más que ninguno, ese es China. Sin embargo no se duermen en sus laureles y consideran que aún están mal. Consideran que aún hay mucho camino por recorrer. Esa percepción de inferioridad los hace indagar su entorno para seguir adoptando medidas de mejora, en este caso sobre educación. Otro periodista que destaca esa visión asiática es Thomas Friedman. Los chinos, según indica, desean enviar a toda la población estudiantil posible a universidades de Estados Unidos y Reino Unido porque aún se sienten inferiores y que necesitan del avance académico que en los claustros anglosajones se pregona.

La actitud latinoamericana

El mismo Oppenheimer visitó su natal Argentina, donde el ministro de educación de su país le dijo que no tenía sentido participar en los rankings mundiales de universidades ni de las pruebas internacionales a la población estudiantil escolar porque comparar realidades culturales y económicas diferentes era equivocado. Esta, es una clásica actitud latinoamericana.

Al contrario de lo que ocurrió en sus entrevistas en Asia, cada vez que en Argentina –así como en otras partes de Latinoamérica- preguntaba sobre la educación, se suele responder en tono positivo, como si el nivel educativo creciera del modo ideal.

Este mismo hecho queda evidenciado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Perú. Una universidad sin control de calidad, donde no se cumplen las normas básicas de profesionalismo educativo, pero se autocalifican como los abanderados de la ciencia en el país. Nuestro paso como estudiantes por la escuela de geografía sanmarquina significó conocer que:

1.       Los profesores faltan a clase a sola decisión.
2.       La mayoría de profesores están desactualizados y desinteresados en enseñar.
3.       No se cumple el contenido de los sílabos de la gran mayoría de cursos.
4.       No se usan los laboratorios de contaminación, planificación urbana, intensivamente.
5.       El departamento de producción no produce nada. Ni siquiera abre sus puertas.
6.       No hay profesores que hagan investigación de calidad.
7.       Etcétera.

La lista de problemas es mucho más larga, aquí solo se mencionan algunos. Salvo con la excepción del profesor Miguel Alva, los demás profesores nos mostraron que no están a la altura del reto docente universitario. Ante ello, lo que habría de esperar del profesorado, así como de la universidad y de los propios estudiantes, es una autocrítica sincera, meditada y profunda, con miras a implementar -cuanto antes- un plan de mejora integral de la educación universitaria y alcanzar mínimamente los estándares de las mejores facultades de San Marcos, como podrían ser Biología o alguna otra destacada. Sin embargo lo que tenemos es todo lo contrario.

“Estudiantes de Geografía brindan soluciones frente a los huaycos en Chosica”

En la página web de la universidad apareció una noticia importante sobre una visita a las zonas afectadas por los huaycos en Chosica y Santa Eulalia, guíada por el profesor Miguel Ibáñez. La iniciativa, en general, es buena, a pesar del riesgo que supone subir las quebradas en época de lluvia. Sin embargo, lo que se dice de esta visita es demasiado grandilocuente para ser tomado en serio.
En principio dicen que aplicaron en campo lo aprendido en clase, lo que les permitió brindar sugerencias sobre “manejo, mitigación y prevención de desastres naturales”.

Sus aportes serán enviados a los dirigentes vecinales con el fin de que los consideren en sus planes de mitigación y prevención en sus respectivas zonas”.
“Con apoyo de los laboratorios de geomática que cuentan en la Facultad y de especialistas en vulnerabilidad y riesgos frente a desastres naturales, seguirán brindando soluciones para evitar situaciones con peores desenlaces”. (UNMSM, 2015)


¿Enviarán sus aportes a la población? ¿Especialistas en vulnerabilidad y riesgos? ¿Seguirán brindando soluciones? Por un momento, alguien podría pensar que es una broma de “El Panfleto”, pero es lo que realmente se autoconsideran en la escuela de geografía y en la universidad San Marcos: la vanguardia académica del país. Nada más alejado de la realidad.

Es esa mentalidad egocéntrica y ensimismada, completamente descontextualizada, que no conoce la realidad académica en los centros serios de producción de conocimiento y que no está dispuesta a decir que realmente no somos nada en el mundo académico e investigador lo que nos mantiene en el retraso. ¿A quién engañamos cuando decimos que en los laboratorios de geomática, de la mano con especialistas en vulnerabilidad y riesgos, seguiremos dando soluciones? Cuáles soluciones, dónde están publicadas.

Mientras en Singapur y China están preocupados porque creen estar mal, aquí creemos estar bien en materia de aportes y academicismo. Podemos engañar al mundo con este tipo de noticias, e incluso parece que quieren engañarse a sí mismos, pero no se dan cuenta que no conseguirán nada real.

La vanidad y el falso academicismo

El fenómeno que mezcla la vanidad y un academicismo falso, donde el pseudo-académico no produce nada útil, es propio de la escuela de geografía en San Marcos.

Durante años en la universidad hemos visto pasar delante de nosotros toda clase de profesores vanidosos. Quién no recuerda a algun(a) profesor(a) decir hasta el hartazgo que estudió en el extranjero y jactarse de su superioridad, y no cansarse de humillar a los estudiantes en el aula, como cuando a un compañero le dijo “piensa antes de hablar” o cuando nos recordaba que la universidad no era lugar para muchos de nosotros y que deberíamos quizá trabajar vendiendo fruta en un mercado, luego de citar alguna frase de Milton Santos. Muchas generaciones de geógrafos están saliendo con esa mentalidad equivocada, de menospreciar al resto.

Un ejemplo fue lo ocurrido en el año 2014, cuando no se llevó a cabo el Coloquio de estudiantes de geografía a cargo de la base 2011. Cuando se les consultó, de manera respetuosa, sobre la cancelación del evento, respondieron de modo prepotente que los coloquios anteriores habían sido malos o pésimos y que ellos no habían realizado el evento porque iban a hacer algo completamente diferente, que realmente promueva el debate y el diálogo estudiantil.

Llegado el momento, en abril del 2015, hicieron un evento que estructural y cualitativamente no se diferenció en nada de los eventos anteriores: no fue más que un ciclo de conferencias, con una baja participación estudiantil en las ponencias. A pesar de esto, la población geográfica no ha recibido las disculpas del caso. Desde el inicio debieron ser sinceros y no indicar que el evento no se realizó porque están preparando algo completamente diferente sino porque simplemente no pudieron administrar la responsabilidad de realizar el coloquio en su momento. Nada más. Se trata de ser honestos, autocríticos y humildes. La prepotencia y vanidad legada por varios docentes de la escuela también debe ser desterrada de nuestra cultura organizacional.

Conclusión

La escuela de geografía en San Marcos sufre de vanidad, donde diferentes docentes creen que lo que son, hacen o dicen está bien, al punto de engañarse diciendo que han dado o seguirán dando soluciones, como se dice en la web respecto a la visita del profesor Ibañez. Asimismo, la mentalidad docente está atrapada en el pasado. Hoy, un profesor es un facilitador de conocimiento, su tarea es conseguir a toda costa que el alumno adquiera el saber de la materia de su competencia por medio del respeto y la retroalimentación adecuada, pero nunca menospreciándolo.

Este fenómeno de vanidad ha calado en los estudiantes también, en manifestaciones como las expuestas líneas arriba. Mientras no lo desterremos, seguiremos empantanados en nuestra visión latinoamericana y no daremos el salto hacia la actitud asiática de mejora constante. Debemos mejorar permanentemente y eso implica dejar de creer que somos realmente buenos. La exigencia con respeto a los demás es la clave.

Addenda: Bill Gates sobre el secreto del crecimiento chino (Extracto del libro de Oppenheimer)

“Cuando le pregunté a Bill Gates después de una entrevista televisiva, fuera de cámara, qué opinaba sobre la creencia muy difundida en muchos países latinoamericanos de que nuestras universidades son excelentes y nuestros científicos triunfan en la NASA, el fundador de Microsoft y uno de los hombres más ricos del mundo me miró con asombro y estalló en una carcajada. Levantando las cejas, me preguntó: ¿A quién estas bromeando?”

“No fue una respuesta arrogante: minutos antes, frente a cámaras, Gates me había hablado con optimismo sobre América Latina. Según dijo, existen condiciones como para ponerse a la par de China e India en las próximas décadas”.

“Decía Gates, mientras nos alejábamos del set de grabación, que a Latinoamérica le falta una dosis de humildad para darse cuenta cuál es la verdadera posición de sus grandes universidades y centros de investigación en el contexto mundial. Los países de la región solo podrán insertarse de lleno en la economía de la información del siglo XXI –y producir bienes sofisticados que les permitan crecer y reducir la pobreza- si hacen un buen diagnóstico de la realidad y dejan de creer que están así de bien, indicó”.

“Si creen que ya han llegado a la meta están fregados –me dijo Gates moviendo la cabeza-. Todos los países deben empezar con humildad. Lo que más me asusta sobre el ascenso de China es su nivel de humildad asombrosa. Tú vas a China y escuchas: ”En India están haciendo esto y lo otro mucho mejor que nosotros. ¡Caramba! Tenemos que hacer lo mismo”. Esta tendencia a la humildad, que algún día desaparecerá, les está ayudando enormemente”.

Bibliografía

Oppenheimer, A. (2010). Basta de Historias. México: Debate.
UNMSM. (4 de Mayo de 2015). Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Obtenido de http://www.unmsm.edu.pe/noticias/ver/sanmarquinos-evaluan-zonas-afectadas-por-huaycos


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3 comentarios

  1. esperemos que los clichés y logos no terminen hundiéndonos. saludos

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  2. Bueno, sin tener a priori más antecedentes, podemos asumir que todo lo expresado aquí es cierto. Pero para que las cosas queden totalmente transparentes, habría que conocer la opinión de la contraparte.

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