Leyendo "Planeta de Ciudades Miseria"
15:47Autor: Alex Marcelo Carrillo Díaz.
Geógrafo.
Portada del libro Planeta de ciudades miseria de Mike Davis |
Alguna vez, recorriendo la ciudad, te has encontrado con un lugar
sucio, lúgubre, pobre, con presencia delictiva y que, por regla general, asusta.
Bien, ahora puedes llamarlo por su nombre, es un área
urbana hiperdegradada o slum, por su expresión en inglés, a decir de Mike Davis. La
caracterización que acabo de presentar es muy inexacta, sin embargo, no
encontré mejor manera de introducirlos sin tener que dar detalles técnicos y
precisos de lo que es un slum o área urbana hiperdegradada, que se los
daré a continuación.
Como lo mencioné, el estudioso que aborda el tema de los slums
es Mike Davis, en su muy bien redactado libro Planeta de ciudades miseria (2007).
Aquí él nos enseña lo que es un área urbana hiperdegradada, caracterizada por:
- Viviendas pobres y/o informales
- Hacinamiento
- Falta de acceso a la sanidad y al agua potable
- Inseguridad de la propiedad
Esta caracterización es del siglo XXI y fue realizada por el
Programa de Asentamientos Humanos de Naciones Unidas (UN-Habitat), sin embargo,
el conocimiento de la omnipresencia mundial de los slums proviene del
siglo XIX. En aquella época, los ingleses definían un slum con las
expresiones arriba indicadas, pero también le añadían otros males como la presencia
de enfermedades, pobreza y vicio.
Slums a la vuelta de la esquina: por qué
En América del Sur tenemos ejemplos de sobra, se le conocen
como favelas en Brasil, chabolas en Argentina, barriadas o pueblo joven en Perú,
entre otras denominaciones. En cualquier caso, reconocer su existencia no es
interesante, todos las hemos visto por doquier en el Sur Global[1];
lo que resulta importante de resaltar es que, al parecer, estas áreas surgen necesariamente
en todo crecimiento urbano, inexorablemente.
Una de las principales razones que esboza otro autor, Manuel Herce, para explicarnos el surgimiento de este tipo de vivienda hacinada
es la brecha económica que tienen los sectores obreros para hacerse con la
propiedad de un terreno y para construir una vivienda, o directamente para
adquirir una casa construida.
Con la aparición de la ciudad industrial, pero en ausencia
de medios de transporte masivo como el tranvía o el autobús, los obreros debían
vivir cerca de sus fábricas (Herce, 2013), las que se encontraban concentradas cerca de las
áreas residenciales y de oficina. Los lugares más antiguos, generalmente en el
centro de la ciudad fueron alquilados a los trabajadores, o, como solución, se
buscaba construir una especie de quintas donde puedan vivir muchas familias en
espacios reducidos.
Lastimosamente, la oferta de vivienda formal no se
correspondía con la alta demanda. Ante esto, el mercado incrementaría el precio
de los terrenos o viviendas, haciendo que, sin una intervención adecuada, la
cual realmente no existe, la válvula de escape a la tensión social termine en
tomas de tierra en las afueras de la ciudad donde podían vivir sin pagar nada o
pagando muy poco, dando inicio a asentamientos informales que en el futuro se
convertirían en áreas urbanas hiperdegradadas. Todo esto iba dándose en la medida que
aparecían medios de transporte a motor que les permitirían desplazarse largas
distancias en menor tiempo, desde la periferia hacia el centro.
La migración del campo a la ciudad en el siglo veinte
Mike Davis, enfocándose en el siglo XX, destaca que a
partir de la década de 1960, las áreas hiperdegradadas han crecido mucho, y
responsabiliza a las políticas de liberalización económica de desproteger el
agro y dejar que la migración del campo a la ciudad sea la única salida a la
crisis económica rural. Mientras el campo era subsidiado por el Estado y no se
abría a la competencia internacional, podía existir cierta estabilidad en los
sectores campesinos a costillas de los consumidores urbanos que compraban a
precios más altos y con menor variedad. Esto terminó, y con ello, la migración
del campo a la ciudad se hizo más fuerte.
Lo curioso, según Mike Davis, es que en muchos países de
África, por ejemplo, e incluso en Sudamérica, el empleo urbano crecía a
tasas muy bajas, y no por eso descendió la tasa de migración del campo a la ciudad, al revés, crecía. Los analistas económico-demográficos sugerían que
la migración se detendría por la falta de empleo en la ciudad. Al final, como
el propio Davis lo indica, se equivocaron. La migración crecía cada vez con más
fuerza.
Mike Davis no pudo responderse el motivo de que esto
ocurriera. En lo personal creo que se puede sugerir como respuesta tentativa el
siguiente argumento. Primero, en el Sur Global, sea en África, Asia o América,
la industrialización no llegó a fructificar, sino que se convirtieron en
ciudades o países que brindan servicios. No venden productos manufacturados
sino trabajo.
Segundo, las ganancias de los sectores empresariales son
elevadas y brindan un margen muy amplio de ahorro. Este ahorro llega a las
personas pobres que trabajan en la calle o buscan algún empleo informal gracias
a su proximidad espacial. Esta razón ocurre porque se trata de Economías de
aglomeración, las cuales fructifican por la cercanía geográfica de todos
los agentes económicos, permitiendo que un individuo en la ciudad pueda acceder
a ciertos recursos, aun si se tratase de un mendigo, que en el campo sería
impensable de alcanzar por su escasa población.
Esta interpretación me lleva a observar con suspicacia la
afirmación que hace Mike Davis al respecto:
“El modelo clásico del campo poseedor de una gran mano de
obra y de la ciudad como fuente de capital, se invierte en muchos lugares del Tercer
Mundo donde encontramos ciudades desindustrializadas poseedoras de una gran
mano de obra, y regionales rurales con gran afluencia de capital. Dicho en
otras palabras, el motor de esta «urbanización generalizada» se encuentra en la
reproducción de la pobreza y no en la producción de empleo” (Davis, 28).
Quizá por mis anteojeras peruanas no logre ver esta realidad con
tanta nitidez, salvo que cuando se refiera a ingente capital en el campo se
trate de la agricultura profesional que usa mucha tecnología y se dedica a la
exportación. Pero, de cualquier manera, no consigo entender a que se refiere
con que el motor urbano es la reproducción de la pobreza y no la del empleo. En
ese caso, si la pobreza es peor en la ciudad, por qué llegan tantos migrantes
desde el campo.
Conclusión
Las áreas hiperdegradadas existen en todo el mundo y son una
mezcla de propiedad inmueble informal, con hacinamiento, falta de servicios,
entre otros problemas. Tienen diversos orígenes, aquí se mostraron dos, uno con
el surgimiento de la ciudad industrial y otro con la desregulación económica de
la década de 1960. En definitiva, este libro, Planeta de ciudades miseria
es un documento muy informativo y nos muestra la magnitud del problema de los slums;
sin embargo algunas de sus explicaciones generan dudas. De cualquier manera,
resulta una lectura estimulante, pero hay que revisarla con cuidado.
BIBLIOGRAFÍA
Davis, M. (2007). Planeta de ciudades miseria. Ed. Akal
Pensamiento crítico.
Herce, M. (2013). El negocio del territorio. Evolución y
perspectivas de la ciudad moderna. Alianza Editorial.
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