Burguesía, Proletariado y su Geografía Conceptual

10:43

 Autor: Alex Marcelo Carrillo Díaz. 

Geógrafo. 

La historia de los conceptos burguesía y proletariado se entrelaza con los lugares y las circunstancias donde surgieron. Siendo modernos, muchos identifican estas palabras con el marxismo y la forma de vida en la era industrial, pero escarbando un poco encontraremos que las palabras cambian de sentido según el lugar y la época, y nos puede dejar una valiosa enseñanza para la elaboración de conceptos en la ciencia y en el uso cotidiano.



Definición marxista

Los marxistas dividen a la sociedad del mundo desarrollado en dos clases sociales: burguesía y proletariado[1]. Una primera definición de burguesía, según Karl Marx y sus seguidores, es distinguirla como la propietaria de los medios de producción. Un burgués, según esta definición, es alguien que podría tener bienes inmuebles, máquinas, fábricas, ordenadores, dinero, u otra fuente de capital que le permita contratar personal para producir bienes o brindar servicios.

El personal contratado al que se hace referencia en este caso sería el proletariado, o sea, quienes no son propietarios de los medios de producción y no aportan capital, solamente su mano de obra.

Estas definiciones son una operacionalización conceptual o simplificación elaborada por Marx, que le ayuda a mostrarnos cierta coherencia en su modelo de relaciones sociales de producción capitalista. Sin embargo, las palabras como tales tienen raíces en el pasado y se refieren a cosas semejantes mas no idénticas.

¿Qué fue primero? ¿el proletario o el burgués?

«La burguesía produce, ante todo, sus propios sepultureros» (Marx y Engels), reza el Manifiesto Comunista de 1848, dándonos a entender que primero fue la burguesía, y luego el proletariado. El proletariado nacería de la burguesía. Esta afirmación, conceptualmente hablando, no es acertada. El concepto de proletario tiene una historia más remota que la del término burgués. Y se remonta a un lugar, una realidad y un enfoque distintos.

Proletario o Propietario

El uso del concepto proletario se remonta al Imperio Romano y tuvo un significado derivado de su raíz etimológica. Prole, significa linaje, hijos o descendencia de alguien, según la Real Academia de la Lengua. En los censos romanos se llamaba proletarii a la persona que tenía hijos.

Aquellas personas que tenían propiedades u oficios que aportaban al Estado romano su capital y capacidad tenían una denominación propia, pero quienes solo tenían hijos podían utilizar a estos como su propiedad, sea como mano de obra o para el servicio militar. Tener hijos, como ocurre en algunas regiones del campo en la actualidad, fue y es su mejor inversión. Las familias eran tan numerosas en el pasado por este motivo.

De esta manera, no existe algún tono de mofa o sarcasmo cuando se contrapone el término de propietario al de proletario. O al menos no lo existió en su origen.

Del Burgo al burgués

El Burgo es la denominación que se utilizaba en la Edad Media para referirse a la fortaleza desde donde se vigilaba los territorios de una jurisdicción determinada[2]. ¿Qué relación puede existir entre un castillo fortificado en la Edad Media y los empresarios de la actualidad?

Burgo amurallado


Tal y como lo pensaste, la seguridad física y jurídica. Alrededor de estas fortificaciones se instalaron los negocios: artesanos y comerciantes podían trabajar sin temor a saqueos o a la desidia de los señores feudales. Por extensión, se llamó burgueses a este grupo de mercaderes y gente de oficios liberales que laboraban alrededor de estas fortificaciones. Con el pasar del tiempo, a los mercados que surgían en torno a cualquier iglesia o lugar importante también se le llamo burgo.

El concepto de burgo, además, lo encontramos en las ciudades de Europa. Los seguidores de la Bundesliga (Alemania) deben haber escuchado de la ciudad de Hamburgo. Pero también existen otras ciudades como Estrasburgo (Francia), Salzburgo (Austria) o Friburgo (Suiza). He ahí la influencia de los alemanes Marx y Engels y de sus traductores. Bürguer en alemán significa ciudadano[3]. Incluso, en castellano, a un alcalde se le conoce como burgomaestre.

Un burgués, por lo tanto, era simplemente un ciudadano. ¿Qué relación hay entre un simple ciudadano y un capitalista? Quizá, ensayando una respuesta, sea la difusión masiva de la propiedad de los bienes inmuebles que se da en la ciudad. El suelo en la ciudad adquiere un alto valor de compra y venta, lo que incrementa el capital de sus ciudadanos que muchas veces ni se dan por enterados. Una tesis semejante es defendida por Hernando de Soto quien propone formalizar la propiedad informal como salida a la pobreza en el mundo en vías de desarrollo.

Desde un enfoque europeo, Manuel Herce en El negocio del territorio nos lo dice también: «En el último tercio del siglo XX se cierra un ciclo en el que la propiedad será casi el único instrumento de resolución del problema de la vivienda; la hipoteca (transmitida al comprador), la herramienta financiera, y la banca, el gran agente de producción de ciudad, inicialmente de forma indirecta controlando el préstamo y más recientemente adquiriendo las acciones de las compañías inmobiliarias. El gran producto, acicate de la economía, estará servido: de “proletario a propietario”» (Herce, 50-51).

Degradación de los términos

Sea porque el concepto de burguesía usado por los marxistas ideologizó o satanizó la palabra, o porque en inglés y español se dejó de llamar burgos a las ciudades, en la actualidad pocos llamarían burgués al simple habitante de una ciudad o proletario a quien tiene hijos.

Mientras que se perdió la tradición de llamar burgués al habitante de la ciudad, la palabra en el uso corriente y en términos académicos adquirió una connotación distinta. Un burgués es alguien que posee y manifiesta un conjunto de hábitos refinados y tiende a la pereza; es alguien que se encuentra muy cómodo y no quiere esforzarse más, un poco en contraparte con los hábitos del trabajo físico de la gente del campo y de la antigüedad.

Es muy curioso como la palabra burgués terminó significando algo que inicialmente sería su contrario. Los mercaderes y trabajadores, vale decir, los primeros burgueses, no podrían ser representados como ociosos o relajados. Pero quizá su descendencia fuera adquiriendo esos hábitos que hoy se llamarían urbanos.

En paralelo, surge un concepto más académico, defendido por Francis Fukuyama, quien ve en un burgués a una persona que gusta de los placeres materiales y teme a una muerte violenta en un combate definitivo. Es alguien que no está dispuesto a arriesgar su vida por el respeto a su dignidad, sino que se preocupa más por la satisfacción de sus deseos.

Conclusión

La operacionalización de los conceptos de burguesía y proletariado conllevó un nuevo sentido a los términos. Estos términos no llegaron a Marx y Engels de la nada, eran expresiones que reflejaban más o menos lo que ellos ya deseaban expresar. Su trabajo consistió en redefinirlos. Sin embargo, los conceptos han seguido variando al punto que reflejan cosas distintas, en función del autor que los desarrolle. Desde cualquier punto de vista, se ha perdido la carga etimológica y se ha adoptado un significado que refleja las cosas más relevantes de nuestro presente. El hecho de que en el uso corriente actual casi nadie se refiera a burgués y proletario en los términos marxistas puede ser señal de que el mundo que ellos vieron ya ha dejado de existir, como el proletarii de Roma o los burgueses de la época medieval. ¿O será por otras razones?

BIBLIOGRAFÍA

Herce, M. (2013). El negocio del territorio. Evolución y perspectivas de la ciudad moderna. Alianza Editorial.   

Marx, K.; Engels, F. (1848). Manifiesto comunista



[1] “Nuestra época, la época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases, que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado” (Marx y Engels, 1848).

[2] Diccionario RAE 2022

[3] En inglés significa hamburguesa, por eso Carlos Tevez tiene mi perdón al utilizar mal la palabra.

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