Cómo derrotar a un troll con filosofía japonesa

22:19

 

Una buena forma de discutir con un troll es entender su idea, tomar lo que está bien, lo que está mal, y proponer una mejor idea que comprenda a la suya y la supere”. Ese fue el consejo que di 😳 en mi último artículo, aunque temo que no se haya comprendido bien ¿Lo encuentran útil?


Seguramente no, por eso, intentaré mostrar de que trata este estilo de argumentación denominado argumento por relegación”, propio de la filosofía japonesa. Pero antes de ir directamente a este punto, tenemos que revisar por qué discutimos de manera encarnizada en el mundo occidental, utilizando un estilo llamado refutación.



Argumentación por refutación


La famosa expresión de Sócrates “sólo sé que nada sé” apareció hace poco como parodia en una viñeta de internet. Dibujos de una corte, un juez, Sócrates, y un magistrado que le decía, “si sabes que no sabes, entonces ya sabes algo”. Sócrates, sorprendido, no atina qué responderle. El juez, eufórico, lo señala y le dice: ¡Ajá! te atraparon Sócrates. Casi sentía que ese meme nos quería decir ¿cómo han podido ser timados por tamaña charlatanería por siglos?


Es verdad que la expresión “sólo sé que nada sé” es ilógica. Podemos analizarla: p = saber, no-p = no saber; si p es verdadera, entonces no-p, por el principio de exclusión, tiene que ser falsa, o viceversa. Pero en esta tesis, p y no-p aparecen como verdaderas, saber y no saber. El objetivo de la  argumentación por refutación es contrastar dos tesis hasta encontrar la que es verdadera o correcta y la que es falsa. En el mundo occidental estamos tan adecuados a pensar así que podemos considerarlo como una segunda naturaleza. En eso consiste la refutación.


El problema del análisis lógico es que nos lleva a invalidar una tesis por ser ilógica, pero eso no es lo malo, lo verdaderamente malo es que todos se quedarán ahí y solo pocos repararán en el concepto del absoluto vinculado a la realidad material o física. A alguien se le habrá ocurrido que, saber exhaustivamente acerca de un tema, así como no saber nada sobre lo mismo, ambas afirmaciones, físicamente hablando, son imposibles. Es decir, nadie es un completo sabio de algún tema, siempre le faltará algo más por conocer, de la misma manera que nadie puede ignorarlo todo, algo sabrá aunque no sea el saber total. No podemos alcanzar el saber absoluto ni la ignorancia absoluta.


De esta manera tenemos dos ramas básicas, la lógica formal, que de alguna manera se usa en los debates por internet, aunque mal utilizada, repleta de sofismas y falacias, y de otra parte, un principio intelectual sobre lo absoluto, que relativiza toda posibilidad de definición sobre lo que es el conocimiento y la ignorancia, y te inmuniza contra la creencia de alcanzar la verdad.


Lo curioso es que los antiguos griegos no estaban ni de un lado ni del otro. Entre la lógica formal1 y el principio absoluto, se ubicaban en el medio. Recurrían a una o a la otra, en una interminable búsqueda por afinar su conocimiento sabiendo que la verdad total es inalcanzable. Una actitud intelectual loable.


Eso pasaba con los griegos antiguos, empero, en el mundo de hoy, la defensa de una idea en las redes sociales se da de manera tajante, sin meditaciones sobre lo absoluto, y por ello, sin dosis de humildad intelectual. Por eso, intentar recurrir a la argumentación por refutación no sería una buena manera de enfrentarse a un troll, ya que este es capaz incluso de incurrir en falacias y sofismas, sin sentir vergüenza, deformando la seriedad del debate. Además, como la refutación busca negar el discurso de la contraparte, tachándolo de falso, el debate resulta ofensivo e infinito.


Argumentación por asignación


La argumentación por asignación le asigna un papel valioso a la contraparte, y no la niega, si no que la deja convivir junto a su propuesta. Esta convivencia de ideas no significa que estas lleguen a confundirse. Están claramente separadas pero buscan la manera de coexistir. Un ejemplo podría ser la manera como Henry Kissinger, en Estados Unidos, desarrolló sus ideas en política exterior para convivir con China y la Unión Soviética, y dejar atrás los intentos para eliminarlos como regímenes políticos. Otro ejemplo puede ser como actualmente se busca no trastocar la cultura o religiones indígenas, principalmente de las tribus no contactadas, cuando en siglos pasados la pretensión era catequizarlos.


Argumentación por hibridación


La argumentación por hibridación se expresa cuando se unifican ideas o posturas diferentes, dando como resultado una idea o postura que no es posible de separar, porque se ha convertido en una nueva especie y tiene una coherencia interna que le permite ser estable. Un ejemplo podría ser la táctica de un equipo de fútbol como Pegaso Fútbol Club, mi equipo favorito. Inicialmente este club quería imitar la táctica del Barcelona de España, luego tomó ideas de River Plate, añadió otras aplicadas por la selección peruana, y apostó por algunos desarrollos originales, resultado del ensayo-error en los entrenamientos. Con todo esto, el equipo adquirió una forma de juego que difícilmente puede verse como la suma de sus partes, sino como algo nuevo e indisociable.


Argumentación por relegación


Ahora sí, este es el tipo de argumentación que sugerí para debatir con un troll. Citando la definición del estudioso Thomas P. Kasulis:En la relegación, la teoría preferida acepta una teoría nueva o contraria en su integridad, pero sólo consignándola a una posición subordinada en el interior de una versión propia más amplia” (Kasulis, 51).


Este modo de argumentación es particularmente interesante. Te obliga a ver lo bueno del contrincante, “lo verdadero, lo adecuado”, y también te lleva atender lo incorrecto o falso, con el fin de integrarlo a una visión más amplia de la realidad. Imaginemos a una minoría marginada en un país cualquiera. Si seguimos la relegación, lo mejor que se puede hacer es entender sus reclamos como justos y válidos, comprender sus errores e incoherencias, pero anteponiendo que no son distintos a los reclamos que todos los demás miembros de la nación, que no pertenecen a dicha minoría, exigen también solo que de una manera diferente.


Lo que nos dice la relegación es que la visión rival, no rivaliza contra nuestra visión seguimos con las contradicciones, sino que, al contrario, es completamente verdadera, pero no es toda la verdad.


Esta forma de refutación también es la favorita de Thomas P. Kasulis, el autor del libro “La filosofía japonesa en su historia”, a continuación la explica.


Debido a que en la actualidad la refutación funciona para muchas personas como la forma de argumentación por defecto, es instructivo considerar algunas ventajas del uso de la relegación como modo argumentativo. En primer lugar, en él subyace un aspecto lógico. Supongamos que tu y yo mantenemos posiciones filosóficas que difieren en lo fundamental. Si mi visión de la realidad es comprehensiva, debería ser capaz de dar cuenta no solo de cómo mi posición es correcta, sino también de cómo es posible que alguien sostenga tu opinión (no correcta del todo). Tu opinión, aunque sea falsa en algún sentido, es, sin embargo, un punto de vista real y mi teoría de la realidad debe dar cuenta de ella. Mientras que suele presentarse un argumento por refutación para mostrar que una opinión contraria es ignorante o desacertada, por el contrario, un argumento por relegación intenta mostrar cómo es posible, aun siendo una opinión parcial o inadecuada, dada la forma de la realidad. Adviértase, por cierto, el cambio entre la demostración de qué está equivocado (tu posición), propia de la refutación, a la explicación de la relegación de cómo es correcta aunque solo lo sea parcialmente” (Kasulis, 52).


La argumentación por relegación tiene el añadido social de aparentar ser conciliadora y no conflictiva. Los japoneses utilizan mucho la relegación ya que en su cultura es muy difícil refutar o decirle no a alguien, con lo que resultan ser una cultura consuetudinariamente filosófica. Impresionante, no?.


Retomando nuestro problema central, usando la relegación se puede enfrentar a un troll en un terreno que desconoce. Sin embargo, no todo es tan fácil, porque para usar la relegación se deberá desarrollar una capacidad intelectual holística, ver las cosas desde un punto de vista más general. Y así es como la forma te llevará a un mejor contenido. Amén de los beneficios de usar la relegación, no debemos dejar de lado las otras formas de argumentación, la relegación no es la única.


No sé si quedó claro o lo enredé más. En cualquier caso, tengo un ejemplo aplicado sobre como usar la relegación al caso polémico del beso homosexual en la película “Lightyear”. Si les interesa, déjenlo en la caja de comentarios para desarrollarlo en un próximo artículo. Aunque, no creo que les interese.


BIBLIOGRAFÍA


Kasulis, T. (2019). La filosofía japonesa en su historia. Ed. Herder.


[1] Aquí le llamo lógica formal, pero seguramente la denominación correcta para los griegos sea lógica aristotélica.

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