¿Por qué los geógrafos no leemos la Geografía Económica de Paul Krugman?

15:39

 Alex Marcelo Carrillo Díaz. 

Geógrafo. 

Paul Krugman (imagen del portal elmundo.es)


El artículo mundialmente más famoso de Paul Krugman es “Increasing Returns and Economic Geography” (que traducido sería “Rendimientos Crecientes y Geografía Económica”).

Si nos fijamos en mis investigaciones más citadas, la mayor parte son bastante apolíticas. En la lista predominan los artículos sobre geografía económica y comercio internacional. Estos textos no son solo apolíticos; en su mayoría, ni siquiera versan sobre política. Más bien son intentos de entender las pautas comerciales mundiales y la localización de las industrias” (Krugman, 11).

Su obra en geografía económica lo hizo ganador a un premio Nobel. Con todo esto y más, sin embargo, los geógrafos hispanohablantes no citamos a Krugman. Su obra es, en gran medida, ignorada por nuestra comunidad. ¿A qué se debe esta omisión?

El lenguaje formal o matemático de la economía

Creo que los geógrafos no revisamos la obra geográfica de Paul Krugman porque presenta modelos formales al estilo de los manuales universitarios de economía. Muchos números y variables, muchos gráficos y curvas. Los geógrafos contemporáneos prefieren las letras o los softwares.

 

Fragmento de su artículo más citado de geografía

Sin embargo, que piensa un economista de la geografía y los geógrafos. En su artículo “Cómo trabajo”, Krugman nos da su opinión.

Si no es formal, es invisible

Algo que destaca el autor es que a los economistas se le escapan los temas (incluso los importantes) si estos no han sido formalizados o matematizados dentro de un modelo.

“Lo más importante fue que de pronto me percaté de en qué extraordinaria medida la metodología económica crea puntos ciegos. Simplemente no vemos lo que no podemos formalizar” (Krugman, 411. Las negritas son mías).

En referencia a la geografía económica, Krugman considera que existe un buen repertorio de estudios de casos particulares y algunas ideas interesantes, no obstante, al no estar formalizados, la geografía económica se encuentra en estado de abandono.

“Se trataba de una especialidad llena de ideas empíricas, buenas historias y una relevancia práctica evidente que se encontraba en el abandono delante de nuestras narices porque nadie había visto una buena manera de formalizarla” (Krugman, 412).

Geografía y geógrafos según un economista

En 1990, Krugman retoma sus estudios sobre rendimientos crecientes en el comercio internacional y se percata de que sus modelos “se podían utilizar para reclamar todo un campo marginado: el de la geografía económica, la localización de la actividad en el espacio” (Krugman, 412).

Krugman, sin hacer mayores referencias, afirma que “los geógrafos y científicos regionales han acumulado una gran cantidad de pruebas sobre la naturaleza y la importancia de las economías externas localizadas y han organizado esas pruebas de forma inteligente y rigurosa. Sin embargo, los economistas han ignorado lo que tenían que decir porque provienen de personas que hablan el idioma equivocado” (Krugman, 414. Las negritas son mías).

Reglas para formalizar: Ser absurdos y simplificadores

A todo esto, ¿cuáles son los pasos que sigue Krugman para crear un modelo y darle coherencia a la geografía económica? ¿Qué es la formalización? Las reglas que sigue Krugman para formalizar o crear un modelo, en mi opinión[1], se reducen a dos:

1.       No temer a desarrollar supuestos absurdos en el modelo

2.       Simplificar el modelo lo más posible

Al menos, Krugman es sincero. Los supuestos de los modelos económicos son absurdos, o, al menos, pueriles. No tienen sentido empíricamente hablando. Se asumen porque de esa manera es más fácil establecer relaciones de causa y efecto. Por ejemplo, el supuesto del homo oeconomicus que afirma que una persona se comportaría calculando sus beneficios y costos de cada acción que tome, maximizando su utilidad (utilidad = beneficio – costo), en la vida real, no siempre se presentará de esa manera. Hay otros quizá más “falsos”, como que todos, comprador y comerciante, cuentan con toda la información del mercado. Lo interesante es que Krugman lo reconoce y no lo concibe como algo malo[2].

“Lo que a muchos economistas les resulta extraordinariamente difícil de aceptar es que todos nuestros modelos incluyen premisas absurdas. Dado lo que sabemos por la psicología cognitiva, la maximización de la utilidad es un concepto ridículo; el equilibrio es bastante irracional fuera de los mercados financieros; la competencia perfecta es una pifia para la mayoría de los sectores” (Krugman, 416).

La razón, entonces, por las que los economistas generan modelos, como indiqué en la nota al pie de página, es por los resultados que el modelo brinda. Krugman, de modo didáctico, asemeja el modelo a una metáfora. Es una forma sencilla de explicar la vida … económica, algo así como para los filósofos puede ser profundo y no necesariamente absurdo decir “solo sé que nada sé”. Un modelo, entonces, es una metáfora.

“Un análisis pormenorizado puede ser extremadamente fastidioso, pero una descripción agregada o sistémica, que es mucho más fácil, te puede decir lo que necesitas saber” (Krugman, 411).

Reflexiones personales

Al igual que en sus reflexiones políticas, Krugman no suele ser exhaustivo en sus menciones bibliográficas. No sabemos si haya tenido acercamiento a la teoría austríaca de la economía o conozca sobre los libertarios, leyéndolo parece que los ignorase por completo; del mismo modo en geografía no sabemos cuanto haya revisado a los geógrafos de la llamada revolución cuantitativa. Sin duda que los ha llegado a conocer, en el índice de su libro Spatial Economy hace referencia a algunos de ellos, pero no parece que les rinda mucho crédito por lo que dice en este texto.

Podemos preguntarnos: ¿salvo la formalización, todo es ilusión? Como podríamos responder a esta pregunta. Es difícil competir solamente con letras y análisis lógico contra un formalista matemático. Entender de raíz como se construye un modelo, no solo en economía sino en ciencias más desarrolladas, puede ser un camino a la mejor respuesta. Aunque arduo, sería el más prudente. Este camino nos acercaría al estudio de la filosofía: la comparación metodológica de las formas de acceder al conocimiento y a la verdad en las distintas disciplinas.

Si queremos saber si realmente Krugman tiene razón o no, debemos tener métodos de comprobación de sus hipótesis, así sabremos si el camino de la formalización es el mejor. Pero antes debemos aprender mucho de matemática y modelamiento. Por eso, seguramente, los geógrafos no leamos a Krugman.

REFERENCIAS

Krugman, P. (2020). Contra los zombis. Economía, política y la lucha por un futuro mejor. Ed. Crítica


[1] Indico que es mi opinión porque Krugman describe 4 pasos en su libro, a saber: 1. Escuchar a los gentiles, que significa no ignorar a nadie que te diga algo; 2. Cuestionar la pregunta, que significa pensar fuera de lo convencional; 3. Atreverse al absurdo; y 4. Simplificar. Yo resumo sus reglas a las últimas dos, que me parecen más importantes en esta ocasión.

[2] Me parece que el filósofo Mario Bunge cuestionaba seriamente la falsedad de los supuestos de la teoría económica Neoclásica y por eso no la consideraba científica. De otra parte, creo también que fue Karl Popper quien apoyaba este tipo de construcciones explicativas pues no eran tan importantes la verdad de los supuestos de un modelo, sino la verdad de sus conclusiones.

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1 comentarios

  1. Don Alex que bueno saber que es un filósofo
    Es lo que estos tiempos necesita filosofía verdadera
    Éxitos para UD y los suyos siempre

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