Factor de localización del hombre antiguo en el Desierto Peruano

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Lima.- 4 de Enero del 2015

La Costa peruana es un desierto y Lima, la capital de Perú, es la segunda ciudad más grande del mundo asentada en uno. Con poca precipitación y un régimen irregular de agua en los ríos, ¿cómo pudo ser habitable un espacio inhospitalario para el antiguo hombre peruano? Según Frederic Engel, investigador arqueólogo de la Universidad Agraria La Molina, la razón principal fue la existencia de ecosistemas de Lomas en la costa árida. Las lomas fueron la clave no por haber sido espacios de cultivo o directamente utilizados u ocupados, sino por un subproducto que generan, de suma importancia para el hombre antiguo e incluso para el de hoy. El planteamiento de Engel nos ayudará a pensar por qué los asentamientos del pasado ocuparon el desierto sin ninguna fuente de agua visible en sus cercanías ni fuentes de alimento verdaderamente cercanas.

Al fondo de este diseño se aprecia como es el recinto que queda como vestigio del asentamiento en Cerro Paloma, Sur de Lima.
¿Cuán seca es la costa peruana?

En la costa peruana llueve poco. Según el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA) del Perú, la costa baja del Perú presenta dos regiones climáticas, denominadas 1. Desértico Árido Sub-tropical y  2. Desértico Árido tropical (Chavarri, 2004)[1]. Ambas son llamadas áridas por la escasa precipitación existente en toda la franja costera desde Piura-Lambayeque (norte costero) hasta Tacna (sur costero).

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Nótese lo árida que es la Costa peruana, comparada con el oriente. Fuente: Google Earth
El ministerio de Agricultura (Minag) ha elaborado una lista de las cuencas más importantes de la vertiente del Pacífico y su precipitación correspondiente. (Vertiente del pacífico se le denomina al conjunto de cuencas que desembocan en el océano Pacífico):

Cuencas baja
Precipitación en milímetros
Chira-Piura
10-80
Chancay Lambayeque
23
Jequetepeque - Chaman
Menores a 200
Moche Virú y Chao
0
Santa
-
Rímac
19.5
Cañete
250
Quilca - Chili
2
Moquegua
0
Caplina
0
Cuadro elaborado a partir de los datos del portal: www.minag.gob.pe[2] en Enero del 2015

Estas cifras corresponden a la cuenca baja pues en la parte media y alta de las cuencas la precipitación es más alta. Superan en muchos casos los 1000 mm. de lluvia por año. Sin embargo, en el caso que estamos analizando, los asentamientos se encuentran en la parte baja de las cuencas, donde la precipitación es escasa para practicar agricultura por secano o acumular agua.

Baja oferta de agua en los ríos de la Costa

La oferta hídrica en la vertiente hidrográfica del Pacífico peruano es de 38,821 hectómetros cúbicos (Anuario de Estadísticas Ambientales 2013, 99-100, INEI)[3]. Una cifra baja en comparación con la oferta de la vertiente del Atlántico, que cuenta con 1’719,814 hectómetros cúbicos de agua.

En la actualidad, la costa tiene un alto nivel de concentración poblacional y productivo gracias a que cuenta con megaproyectos de riego. Según las estadísticas del INEI, el agro practicado en 6 cuencas de la vertiente del pacífico consume el 99% de su oferta hídrica. Casi no dejan agua para otras actividades. Estas cuencas son San Juan, Chicama, Motupe-Olmos-La Leche, Zaña, Jequetepeque y Colca-Sihuas-Chivay.

Queda claro, entonces, que la razón por la que es posible concentrar poblaciones e industria en la costa, con alto consumo de agua, es la utilización eficiente del potencial hídrico de la cuenca gracias a la tecnología contemporánea. Esa eficiencia –que llega al 99% en los casos mencionados- no era practicable por el hombre peruano que vivió en el precerámico, hace 6000 años antes del presente. El régimen irregular de los ríos trae una importante cantidad de agua durante el verano austral, que se reduce drásticamente en invierno. Además, muchos asentamientos del pasado ubicados en la costa no se localizaron cerca de los ríos u otros cuerpos de agua visibles. Entonces, ¿De qué manera podían existir sociedades en la costa peruana, si hay muy baja precipitación, poca agua en los ríos y sus asentamientos estaban alejados de los cuerpos de agua?

Factores de la localización en la Costa desértica

Analizando la historia en el norte de África, podemos entender cómo la civilización egipcia logró ubicarse en un desierto: contaban con las aguas permanentes del río Nilo. Casi cualquier civilización importante se ha desarrollado cerca un cuerpo de agua léntico o lótico. Johnson (1974)[4] en su libro “Geografía urbana”, enumera cuatro (4) factores que determinan la localización de las ciudades. Uno de estos es crecer en torno a un recurso físico definido.

“Estas agrupaciones urbanas tienden a crecer alrededor de algún recurso físico localizado”. (Johnson, 1974, 120)[5]

El enigma sobre las causas de la localización en medio del desierto impulsó la hipótesis del arqueólogo Frederic Engel acerca del uso del agua subterránea como principal factor en la localización de los pueblos del antiguo Perú pre-cerámico.

El caso del Cerro Paloma

El centro de investigaciones en zonas áridas contribuyó al conocimiento del hombre antiguo del Perú, enfocándose en los asentamientos costeros principalmente. Su esfuerzo dio como recompensa el descubrimiento de nuevos asentamientos como el ubicado en Cerro Paloma (Cañete, Lima. 6500 años a.C. aproximadamente).

Este asentamiento se encuentra a mitad de camino entre el mar y entre un ecosistema de loma costera. En este caso, el mar brindaba recursos marinos como alimento y las lomas, denominadas “oasis de neblina” por Engel, son ecosistemas húmedos con abundante vegetación y fauna durante el invierno austral, en medio del desierto.

Ambos espacios, las playas y las lomas brindaban alimento a la aldea[6] que vivía en Cerro Paloma. Muestra de ello son los “conchales”, promontorios de conchas marinas encontrados en el asentamiento, así como vestigios de andenería en las lomas. Sin embargo, el asentamiento (donde están las cabañas) se localiza en medio del desierto, entre ambos espacios medianamente ricos en recursos alimenticios.

La solución al enigma surgió cuando se encontró los pozos de agua subterránea –a menos de dos brazos de profundidad- de los cuales esta población posiblemente se sirvió. A partir de este caso, Engel estudió otros asentamientos en medio del desierto, muchos a 80 kilómetros de distancia de cualquier cuerpo visible de agua[7], en busca del agua subterránea.

“Encontrar las lentes subterráneas de agua que podían explicar la existencia de un pueblo, fue uno de los objetivos cuando tuvimos interés en el estudio de la vida en la costa desértica del Perú”. (Engel, 1990)

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Vista en perspectiva del Cerro Paloma. Fuente: Google Earth


De esa manera, el factor más importante para un asentamiento costero era tener acceso a agua potable que en este caso se encontraba en el subterráneo.

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Perfil del territorio costero. La loma es un oasis de neblina y vegetación durante el invierno. Genera agua subterránea.

El agua subterránea es un factor decisivo para el asentamiento del antiguo hombre peruano de la Costa, según Engel.
La Napa Freática y los Acuíferos: Ayer y Hoy

Hoy, la población costera en Perú sigue usando el agua subterránea y los acuíferos para diferentes actividades, dado que el régimen fluviométrico de la vertiente del Pacífico es irregular (solamente tiene agua abundante durante el verano austral, de Diciembre a Marzo).

La Autoridad Nacional del Agua (ANA) y el Ministerio de Agricultura (Minag), en el documento “Política y Estrategia Nacional de Recursos Hídricos del Perú”, elaborado por una comisión técnica multisectorial, afirman que en la vertiente del Pacífico hay 2,700 MMC de agua subterránea explotable, de los cuales ya se explota 1,500 MMC[8].

Esto quiere decir que en la actualidad, el agua subterránea sigue siendo un recurso importante. Muy útil debió ser en el pasado también.

Entre el Cambio climático, la depredación y la loma

Una de las incógnitas más importantes que dejaron los casos estudiados, es que pasado un tiempo determinado las poblaciones del desierto desaparecieron sin dejar rastro. Engel cita el caso de diversos casos en la costa árida, sin entender a qué se debe este repentino fin de las aldeas. Sugiere que en algunos casos, como en Paracas, hubo un excesivo uso del recurso hídrico en las hoyas[9], sin embargo en otros casos, como el del asentamiento en Chilca, no puede acusarse al mismo motivo.

En vista de esto, sugiere un posible cambio climático. Una disminución de las lluvias en la parte alta de las cuencas o la disminución del agua de escorrentía por el término de la deglaciación (período después de la glaciación de Wisconsin). A este mismo fenómeno recurre para intentar dar una explicación de lo sucedido en varios pueblos extintos, donde encontramos también lomas extintas.

En función a los relatos de los cronistas españoles, así como de los historiadores peruanos como María Rostworowski, el manejo ecológico de la producción peruana precolombina fue sustentable. John Earls (1990)[10], incluso cree que en el Perú incaico –correspondiente a una etapa avanzada de la cultura autóctona peruana, mucho después del período analizado en este artículo- la sociedad y, particularmente, las élites tenían “conciencia de la noción abstracta de equilibrio ecológico”. Además, el bajo nivel productivo hace pensar que la depredación no era posible. Por ello, la hipótesis climática de Engel cobra mayor relevancia.

Relación entre el poblamiento costero y las Lomas

La razón por la que existe napa freática se debe también a la existencia de Lomas. Si estas no existirían no se generarían los llamados puquios, como el que encontramos en las Lomas de Lachay.


Por ello, una de las conclusiones de Engel resume de manera precisa lo que este artículo quiso expresar, la relación existente entre el poblamiento incipiente en la costa del Perú y la existencia de Lomas u “oasis de neblina” en el desierto.

“Finalmente, observando que los asentamientos precolombinos encontrados en el desierto en casi todos los casos están ubicados cerca de una loma, se puede formular la siguiente proposición: la racionalización de la vida de los antiguos peruanos en el desierto se expresa bajo la forma de un complejo formado por una loma asociada a una lente freática accesible. Si no hubiesen existido las lomas, posiblemente hubiéramos encontrado desiertos como los de Paracas mucho menos poblados, ya que no estamos seguros de que el flujo subterráneo bajando de la Cordillera y resurgiendo cerca a las playas, hubiese permitido la vida en los numerosos lugares que se beneficiaban de la condensación en una loma”. (Engel, 1990)

Recorre la zona del Cerro Paloma





[1] Chávarri Velarde, Eduardo; “Curso de Hidrología Aplicada”, clase II, 2004. Departamento de Recursos de Agua y Tierra, Facultad de Ingeniería Agrícola, Universidad Nacional Agraria La Molina.
[2] http://www.minag.gob.pe/portal/sector-agrario/hidrometeorolog%C3%ADa/el-clima/principales-variables-climaticas-de-la-costa#
[3] Anuario de Estadísticas Ambientales 2013, 99-100, INEI
[4] Johnson, James; “Geografía urbana”, oikos-tau, Barcelona, 1974
[5] Ibíd.
[6] Engel, Frederic; “Oasis de neblina más napa freática: Un desierto dominado”; Revista Zonas Áridas, N° 6, 1989-1990, Universidad Nacional Agraria La Molina.
[7] Ibíd.
[8] 2009, “Política y Estrategia Nacional de Recursos Hídricos del Perú”, Comisión técnica Multisectorial, ANA – MINAG.
[9] Las hoyas fueron excavaciones que se hacían en torno a protuberancias de tierra fértil del terreno. Por estas excavaciones que rodeaban el terreno discurría agua, la cual hidrataba la tierra y permitía una agricultura productiva.
[10] Earls, John; “Ecodesarrollo en el Perú Incaico”, Revista Zonas Áridas, N° 6, 1989-1990, Universidad Nacional Agraria La Molina.

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