Alvaro Vargas Llosa, La Haya y la intolerancia del peruano
16:25
El lunes 27
de enero, el mundo entero sabrá el resultado del veredicto final de la Corte
Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya, encargada de solucionar el
diferendo limítrofe marítimo entre Perú y Chile. Por ello, a modo de preámbulo,
vamos a destacar los planteamientos desarrollados por Álvaro Vargas Llosa
(AVLL), quien luego de terminada la fase oral del juicio (2012), envió una
carta al Ministerio de Relaciones Exteriores peruano, donde mostraba su casi
total incredulidad acerca de un futuro triunfo sobre Chile. De este hecho nos
llama la atención dos aspectos: en primer lugar, la argumentación elaborada de
Vargas Llosa, y en segundo lugar, la reacción brutal de la sociedad peruana
contra el periodista por haberse inclinado hacia una posible derrota peruana en
el juicio.
Argumentos
de las partes litigantes
Como es de
público conocimiento, Perú asume que no existe tratado de límites marítimos con
Chile, por lo cual es necesario llegar a un acuerdo equitativo y proporcional
donde la zona en disputa sea dividida, usando una línea equidistante entre la
proyección de la costa sur de Perú en el mar y la proyección de la costa norte
chilena. Por su parte, Chile plantea que sí existe tratado de límites marítimos
con Perú, denominado Declaración de Santiago de 1952, donde queda establecido
el paralelo latitudinal como límite definitivo.
Argumentos
de Álvaro Vargas Llosa
Los
planteamientos de Vargas Llosa están sustentados de la siguiente manera. Primero,
admite que no existe tratado “perfecto e integral” de límites marítimos entre
las partes. Sin embargo, apunta a la búsqueda del espíritu de las leyes, y no a
la estricta formalidad con que fueron escritos. En función a lo estipulado en
los artículos 15, 74 y 83 de la Convención sobre Derecho del mar de 1982, AVLL
destaca que lo único que se pide de los países es un acuerdo para definir sus
límites marítimos. La convención, sin embargo, no exige cómo debe ser ese
acuerdo, si puede estar contenido en otro más extenso, o si debe existir un
documento único y exclusivo sobre el tema.
2.1 Decreto supremo n° 781
Si revisamos
el decreto supremo n°781 de Perú, como sugiere la carta de Vargas Llosa,
encontraremos en el punto tres (3) lo siguiente:
3.- “Como consecuencia de las declaraciones
anteriores, el Estado se reserva el derecho de establecer la demarcación de las
zonas de control y protección de las riquezas nacionales en los mares
continentales e insulares que quedan bajo el control del Gobierno del Perú, y
de modificar dicha demarcación de acuerdo con las circunstancias sobrevinientes
por razón de los nuevos descubrimientos, estudios e intereses nacionales que
fueren advertidos en el futuro; y, desde luego, declara que ejercerá dicho control y protección sobre el mar adyacente
a las costas del territorio peruano en una zona comprendida entre esas costas y
una línea imaginaria paralela a ellas y trazada sobre el mar a una distancia de
doscientas millas marinas, medida siguiendo la línea de los paralelos
geográficos. Respecto de las islas nacionales esta demarcación se trazará
señalándose una zona de mar contigua a las costas de dichas islas, hasta una
distancia de doscientas millas marinas medidas desde cada uno de los puntos del
contorno de ellas”.
Aquí, las propias autoridades peruanas
reconocen el paralelo como línea limítrofe de control y protección. El anterior
documento fue suscrito por el presidente de Perú en 1947, Luis Bustamante y
Rivero, y por su canciller García Sayán. Este último, en sus memorias también
graficó unos bocetos cartográficos partiendo de los paralelos latitudinales
como límite marítimo peruano.
2.2 Declaración de Santiago - 1952
En 1952 se redacta esta declaración donde se
reafirma a los paralelos como límites marítimos, específicamente en el punto
cuatro (4):
IV. “En el caso de territorio insular,
la zona de 200 millas marinas se aplicará en todo el contorno de la isla o
grupo de islas.
Si una isla o grupo de islas
pertenecientes a uno de los países declarantes estuviere a menos de 200 millas
marinas de la zona marítima general que corresponde a otro de ellos, la zona marítima de esta isla o grupo de
islas quedará limitada por el paralelo del punto en que llega al mar la
frontera terrestre de los Estados respectivos”.
Se entiende por esto que cualquier isla peruana,
ecuatoriana o chilena, cuenta con 200 millas marítimas a su alrededor, encontrándose
limitada solamente por los paralelos donde comienza el mar territorial de algún
país vecino. Ante esto, la defensa peruana alega que esta declaración solamente
es un acuerdo pesquero, sin embargo una lectura de tal documento no deja claro
esa afirmación. Al contrario, el título mismo de la declaración sugiere que
buscaban definir los límites marítimos territoriales, a saber: “Declaración
sobre Zona Marítima”. Las razones por las que la defensa peruana caracteriza
este tratado como uno orientado a la explotación y conservación de riquezas
marítimas, se debe al convenio de 1954 donde se le cataloga como tal. De
cualquier forma, basándonos en la interpretación de AVLL sobre la convención de
derecho del mar (1982), esto no sería inconveniente para que sea válido.
2.3 Convenio
sobre zona especial marítima fronteriza – 1954
En este documento, queda plasmado en el primer artículo
el criterio limítrofe de los paralelos:
“PRIMERO: Establécese una Zona Especial, a partir de las
12 millas marinas de la costa, de 10 millas marinas de ancho a cada lado del
paralelo que constituye el límite marítimo entre los dos países”
.De esta manera, queda claro que en tres
documentos se reconoce expresamente el criterio de los paralelos latitudinales
como límite marítimo territorial.
3 Arremetida social contra Álvaro Vargas Llosa
En base a esos tres documentos, y a muchos aspectos
diversos de relativa importancia, como el uso del territorio en disputa, o a
las referencias e interpretaciones que otros países han hecho de estos
documentos en tiempos anteriores al litigio en La Haya, Álvaro nos muestra que
posiblemente Perú pierda la contienda. Además, un argumento que no fue citado
por Vargas Llosa –y que fue aprovechado por la defensa chilena- es que los
libros Escuela Nueva del Perú, definen los límites marítimos en base a los
paralelos. Y estos libros son publicados tras ser revisados por el ministerio
de educación.
Ante este tipo de planteamientos, la población internauta
peruana ha tenido insultos y burlas, antes que sana curiosidad y
autoinformación sensata. La gente ha opinado con desconocimiento de causa y
buscando dañar a quien piensa diferente, aun cuando exista la posibilidad de
que tenga razón. Las fuentes en las que se basa Álvaro Vargas Llosa se
encuentran en internet, colgadas en la misma página del congreso de la
República. No obstante, internautas, periodistas y políticos hicieron escarnio
y bullying contra los planteamientos
detallados y fundamentados del mencionado autor, sin atacar sus argumentos con
otros mejores, sino insultándolo de antipatriota, ninguneándolo, tildándolo de
desconocido, etc.
En realidad, lo que Vargas Llosa buscó era decirle a la
opinión pública peruana que nuestras posibilidades de triunfo son menores que
las de Chile, algo que ningún medio de comunicación en Perú ni si quiera ha sugerido.
El afán optimista, incluso a veces triunfalista, de nuestros líderes de
opinión, en consideración de AVLL, podría arremeter contra la dignidad peruana
y regenerar rencillas con Chile, ante una derrota más en nuestra historia.
En esta ocasión, nadie defendió a AVLL, se quedó solo
contra la irracionalidad general, contra la tiranía de la mayoría, y lo más indignante
de esto, es que quizá la historia le dé la razón en todo: Perú perderá el juicio
y su población odiará más a Chile. Aunque, quizá, como el mismo AVLL advierte
en su carta, se equivoque.
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