Lima, jueves 30 de enero del 2014.-
Franz Boas, un doctor en física y geografía, de fines del siglo XIX que vivió hasta 1942, ha sido un teórico poco revisado por la comunidad geográfica. Aquí dejamos su idea, sus razones, su polémica y su justificación para pasar de una geografía que busca leyes “físicas” a una cosmográfica subjetivista.
Franz Boas, un doctor en física y geografía, de fines del siglo XIX que vivió hasta 1942, ha sido un teórico poco revisado por la comunidad geográfica. Aquí dejamos su idea, sus razones, su polémica y su justificación para pasar de una geografía que busca leyes “físicas” a una cosmográfica subjetivista.
El pensamiento geográfico
de Franz Boas
Franz Boas, (Minden,
actual Alemania, 1858-Nueva York, 1942) Antropólogo estadounidense de origen
alemán. Cursó estudios en las universidades de Heidelberg y Bonn y, en 1881, se
doctoró en física y geografía por la Universidad de Kiel[1]. Su obra
y reconocimiento científico se destacan en el ámbito de la antropología, mas no
en el de la geografía. En el mundo de los geógrafos, la relación de su legado
con la teoría académica convencional universitaria es prácticamente nula. Eso
no significa que no haya logrado algún aporte a la geografía, o al menos no es lo
que se pretende demostrar. Al contrario, la omisión de la obra de Boas en la
educación geográfica y en su historia teórica representa una laguna más a
destacar entre nuestros limnológicos teóricos.
En el año 1887,
Boas escribió un artículo para la revista Science titulado “El Estudio de la
Geografía”[2]. Este texto
nos servirá para analizar su pensamiento geográfico, la profundidad de su
análisis, los posibles aciertos y yerros, así como el establecimiento de
comparaciones con algunas escuelas de pensamiento geográfico vivas todavía –aunque
esperemos no lo estén por mucho tiempo- y que en la actualidad presentan muchos
adeptos.
- Planteamiento de Franz Boas: el propósito de la geografía para él
La vida de Franz Boas giró en torno al estudio
antropológico, no obstante, la geografía lo detuvo algún momento para dedicarse
a sus problemas epistemológicos. En primer lugar, la teorización de Boas nos
demuestra el endeble edificio conceptual sobre el que se alzaba la geografía,
que hasta el momento no se ha solucionado adecuadamente.
Si nos fijamos en sus declaraciones, concluiremos que Boas
considera a la geografía como una ciencia de la distribución que pone énfasis
en las relaciones interfásicas del hombre con la naturaleza, dejando de lado
aspectos propios de las ciencias naturales. Estos tres argumentos, encontrados de
modo disperso en el artículo revisado, son semejantes a los argumentos
epistemológicos planteados por Peter Haggett en su obra “Locational Analysis in
Human Geography” (1977), de modo tal que se acercaría a los principios
ontológicos de la geografía espacial inglesa de la segunda mitad del siglo XX.
Sin embargo, estos tres planteamientos se presentan junto con hipótesis y
sugerencias complicadas de entender cabalmente, incluso el autor más tarde
indicaría que el objeto de estudio de la geografía, así como sus métodos, debían
cambiar, dejando de lado así su acercamiento a los principios de la geografía
espacial.
2. Unidad de la geografía
Boas se resiente de la desintegración de la geografía.
Concibe que la geología y la meteorología han opacado a la geografía desde que
se separaron de esta con sus esplendidos despegues teóricos. Asimismo, en la
época que escribió su artículo, nos revela que la psicología y la fisiología
eran consideradas parte de la geografía, pero que dejarían de serlo cuando se descubran
las leyes que gobiernan sus fenómenos. En ese contexto, cita como ejemplo de
ciencia independiente, por su avanzada teorización y formalización, a la
física.
“Las leyes fisiológicas y, en mayor grado, las psicológicas
no son aun suficientemente bien conocidas como para permitir un tratamiento semejante
al de las leyes físicas” (…). “Pero si aquellas ciencias auxiliares estuvieran
tan desarrolladas como la física, no cabe duda de que los mismos científicos
que hoy se las conceden voluntariamente a la geografía no hesitarían en reclamarlas para la
fisiología y la psicología”[3].
Resulta curioso considerar que la intelectualidad de su
época asignaba el conocimiento de la fisiología y de la psicología a la
geografía, tanto como que hoy todavía no lo sabíamos. En la actualidad sería
impensable tamaña consideración, la cual es parte de la historia de la
geografía científica. Ante tal problemática, Boas era concluyente respecto al
futuro de la geografía: o se aceptaba en su extensión completa, o debía
desaparecer. Es decir, no contemplaba el mantenimiento de un cuerpo de
conocimiento que no pudiera ser coherente con el cuerpo general de la ciencia.
Una afirmación como esta también sería impensable en el núcleo del
sentimentalismo irracional de geógrafos. La geografía se dicta obligatoriamente
aun cuando sea asistemática y epistemológicamente débil.
De cualquier manera, esa realidad narrada nos lleva a pensar
el sinuoso camino que la geografía ha seguido en busca de una independencia lógica y
empírica.
3. Posibles yerros en Boas
Debido al contexto epistemológico vivido por Franz Boas,
consideraba que el camino de las leyes “físicas” de la geografía nunca la iba a
llevar a su independencia y consolidación. Vale decir, si la geografía buscaba
llegar al grado de ciencia de la física por medio de una teorización formal,
seguiría subdividiéndose, como había ocurrido con la geología y la
meteorología, y como ocurriría posteriormente con la fisiología y la
psicología, por lo tanto apostaba por el método cosmográfico, basándose en la
obra de Humboldt, que buscaba entender el fenómeno total, y no la búsqueda de
leyes. Para arribar a ese punto, consideraba que el objeto de estudio de la
geografía debería ser en realidad “la fisonomía del territorio”.
Para sustentar
su pensamiento, el autor declara que la comprensión por medio de los métodos
"físicos" de análisis, vale decir descomposición de un todo en sus
partes para estudiar la influencia de cada una en el hecho o fenómeno de
interés, para luego integrarlas y establecer conclusiones, es diferente a la
visión del cosmógrafo que siempre está interesado en la unidad total, en
"todo el fenómeno, y no en sus elementos".
Sin embargo, habría que
aclarar que Boas podría estar equivocado, pues aun el cosmógrafo necesitaría
analizar en algún momento para después integrar, de lo contrario no podría
explicar "la fisonomía del territorio". ¿De qué manera podría
explicarse una cuenca atravesada por cárcavas, surcos, conos de derrubios,
vegetación de matorral, terrazas, etc. sin recurrir al análisis?
La fisonomía de la tierra, al pretender ser abordada sin análisis,
sino como un todo, resulta intratable objetivamente y pasa al ámbito artístico,
contrapuesto en este sentido a un objeto de estudio científico. Y precisamente
eso plantea Franz Boas que se haga con la fisonomía de la tierra en el estudio
geográfico.
"Pero hay otra rama de la geografía, igual a ésta en valor:
la fisonomía de la tierra. No puede proveer un objeto de estudio que sea
satisfactorio para el físico, ya que su unidad es meramente subjetiva y el
geógrafo, al tratar estos temas, se acerca al dominio del arte ya que los
resultados de su estudio afectan principalmente al sentimiento y deben, pues,
ser descriptos de modo artístico para satisfacer el sentimiento en que se
originó".
De esa manera,
el autor concluye que la geografía pertenece al campo de la cosmografía,
estudiando los fenómenos "en sí mismos" sin analizarlos, dejando
vacía a la geografía de métodos objetivos, apuesta por la subjetividad, el arte en general, para transmitir su
información. De esa manera, podemos catalogarlo como uno de los referentes en
promover la geografía holística anti analítica. Sería uno de los promotores de
la geografía humanista.
Así también,
se daría un traspaso intelectual desde la geografía humana espacial hacia la
cosmografía, la cual debe estar cargada de un pensamiento subjetivo
anticientífico.
4. Justificación
de su pensamiento
Franz Boas, a diferencia
de los actuales defensores de la anticiencia en geografía, argumenta sus
postulados en base a los problemas de desintegración que aquejaban a la
geografía, y de ese modo trato de hacer explícita la práctica del geógrafo, es
decir, la forma visual general con la que describían el territorio, y se enfocó
en su fisonomía sin aclarar si acaso solo correspondía estudiar la parte
natural, la parte humana o ambas. En cualquier sentido, una revisión de su obra
nos deja claro que su viraje hacia la cosmografía se encuentra sustentado por
fuertes restricciones del método científico de su época. Si acaso los
irracionalistas actuales pasarían de la ciencia a la anticiencia del modo en
que lo hace Boas, podrían ser considerados y revisados, pero por la forma burda
y desinformada como lo hacen, no podemos considerar al destacado antropólogo
como un cabal iniciador del humanismo en la geografía, pues los humanistas
comparten su conclusión mas no su lógica analítica, pues aunque él no lo
consideraba era ciertamente muy analítico.
[1] Más
información biográfica de Franz Boas en http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/boas.htm
[2] Primera
edición en inglés: Science, Nº 210, 2 de noviembre de 1887, pp. 137-141.
Cátedra de Historia de la teoría Antropológica, Departamento de Ciencias
Antropológicas, Facultad de Filosofía y Letras – Universidad de Buenos Aires.
[3] Ibíd.
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